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... iba a compartir con ella el último de sus secretos.

Conténtate con ser una paraíso terrenal.

Shakespeare, soneto 47

Y ahora caigo en la cuenta de que nunca conocí su nombre de pila.

Baladilla de los tres ríos: a Salvador Quintero

El que lee mucho y anda mucho ...

Se convirtió en el insulto que merecía ser ...

Es difícil seguir siendo emperador ante un médico ...

La aguja del compás giraba poco a poco hacia el sur.

Me doy a entender que debo estar cerca de Barcelona.

Zaragoza, la ciudad flotante.

Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro.

Él habló más en árabe, y en castellano, yo.