Tampoco aquí tienes elección ...

En realidad, en todos aquellos años siempre que alguien pronunciaba en su presencia el nombre de Mourad y le preguntaba si lo conocía, contestaba invariablemente: "es un antiguo amigo". Sus interlocutores daban por hecho con frecuencia que había querido decir "un viejo amigo". Pero Adam no escogía las palabras a la ligera. "Antiguo amigo" era, pues, desde su punto de vista, la única expresión adecuada.

Dolores, cuando usaba ese giro en su presencia, solía contentarse con una sonrisa compasiva. Pero aquella mañana no sonrió.

- Si mañana riñiese con mi hermana, ¿se convertiría en "antigua hermana"? ¿Y mi hermando, en mi "antiguo" hermano?
- Con la familia es diferente, no hay elección.
- Tampoco aquí tienes elección. Un amigo de juventud es un hermano adoptivo. Puedes arrepentirte de haberlo adoptado, pero ya no puedes desadoptarlo.

Maalouf, A. (2012) Los desorientados.

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